martes, 31 de agosto de 2010
El Centauro
(Cuento infantil versionado por J.Bucay)
Había una vez un centauro que, como todos los centauros, era mitad hombre y mitad caballo.
Una tarde, mientras paseaba por el prado, sintió hambre.
- ¿Qué comeré? -pensó-. ¿Una hamburguesa o un fardo de alfalfa? ¿Un fardo de alfalfa o una hamburguesa?
Y, como no pudo decidirse, se quedó sin comer.
Llegó la noche, y el centauro quiso dormir.
- ¿Dónde dormiré? -pensó-. ¿En el establo o en un hotel? ¿En un hotel o en el establo?
Y, como no pudo decidirse, se quedó sin dormir.
Sin comer y sin dormir, el centauro enfermó.
- ¿A quién llamaré? -pensó-. ¿A un médico o a un veterinario? ¿A un veterinario o a un médico?
Enfermó y sin poder decidir a quién llamar, el centauro murió.
La gente del pueblo se acercó al cadáver y sintió pena.
- Hay que enterrarlo -dijeron-. Pero, ¿dónde? ¿En el cementerio del pueblo o en el campo? ¿En el campo o en el cementerio?
Y, como no pudieron decidirse, llamaron a la autora del libro que, como no podía decidir por ellos, resucitó al centauro.
Y, colorín colorado, este cuento nunca se ha sabido que haya terminado.
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